Exposición - Alas... y escamas

Un pececito, un pajarito..." como dice la canción... El mundo de Delphine Sampont, surrealista y delicado, está compuesto esencialmente de peces y pájaros. La exuberante vegetación es su escenario de encuentros cuanto menos improbables: su enfoque pictórico, casi naturalista, contrasta con una puesta en escena gráfica y colorida, que se descubre a través de su exposición.

Los dibujos, de apariencia idílica, representan una realidad mucho menos alegre. Podemos leer su preocupación por la disminución de la biodiversidad, amenazada por la contaminación y las actividades humanas. Para el artista, el uso de rayas significa, por ejemplo, “borrar del mapa”; y la repetición de patrones geométricos simboliza la actividad humana y la industrialización. La elección de colores artificiales y saturados denuncia la ilusión de un mundo magnífico pasado por los filtros de las redes sociales, botox, retocado con Photoshop como las imágenes suaves y brillantes de las páginas de las revistas. El hombre, primer eslabón de este mundo feliz y bastante al revés, no está representado: está implícito.

Para dibujar a los visitantes emplumados que observa pacientemente en su jardín, Delphine Sampont prefiere la punta seca de lápices de colores y tampones. Llama la atención sus formatos alargados y atípicos. La producción es sumamente cuidada, metódica y hasta “minuciosa”, según el término del artista.

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